La obra comienza con una afirmación, en la cual el diablo realiza una apuesta a Dios, que consiste en desviar a Fausto, por lo que le ofrece enseñar todo lo que desee a cambio de que el hombre le brinde servicio en la otra vida. Pasando por varias situaciones y aventuras, Fausto termina dándose cuenta del error cometido, el pacto con Mefistófeles, se arrepiente y logra alcanzar su salvación.
Lo valioso de esta obra es que es una alegoría de la vida humana en todas sus manifestaciones, lo que trae consigo moralejas, que nos pueden hacer conscientes de nuestros actos o de las situaciones que estamos viviendo. Podemos encontrar diversos casos en la historia como por ejemplo: La lucha de una vida espiritual, que al comienzo del libro se muestra que Fausto la tenía, contra el libertinaje que fue influenciado por parte de Mefistófeles, el diablo, la maldad, lo que lleva al personaje principal a desviarse de su camino recto. O también se puede decir que el personaje tiene una lucha interna, dentro del estaba el Fausto bueno que estaba luchando constantemente contra el Fausto malo, que era exaltado por el diablo. Esto se puede adaptar a la vida cotidiana, donde cada unos de nosotros es Fausto y debemos estar constantemente luchando contra las tentaciones y malas influencias que nos hacen apartarnos de lo bueno, el camino recto, valores, etc.; También se presenta un gran problema que tenemos todo los seres humanos, la ambición, el no conformarse con lo que uno posee sino desear más, este antivalor en un cierto grado puede ser favorable, puede ayudarnos a ser mejores personas y llegar más lejos, pero hay momentos en el está descontrolado y solo se encuentra el desconformismo, en el caso Fausto que sentía que tenía todos los conocimientos del mundo, pero sentía y sabía que le faltaba mucho por conocer. Lo que lo lleva a tomar decisiones que para el caso no son favorables y lo perjudica, el vender su alma a cambio de lo que creía poder conseguir. Otro aspecto valioso es el arrepentimiento, el perdón, ya que a pesar de que Fausto cometió errores y pasó por varias situaciones no gratas, como cuando se enamora de una joven pero termina abandonándola y mas encima con su hijo, por culpa de la mala influencia de Mefistófeles. El logra arrepentirse, darse cuenta de en quien se había transformado y de los errores cometidos, lo que lo lleva a la salvación, a la ida al cielo y su reencuentro con su amada, gracias al perdón de Dios.
Al leer Fausto puedo decir que es una historia nos entrega valores cristianos, nos muestra el bien y el mal dentro de nosotros y que solo nosotros mismos podemos controlarlo y elegir el camino a seguir. Y hasta el último momento tenemos para arrepentirnos lo que nos traerá a la salvación. Goethe logra demostrar claramente lo que podemos sentir en esta guerra del bien y del mal, el cuestionamiento interno, el escuchar al corazón o solo utilizar el razonamiento, el guiarse por las pasiones o razones, lo que nos lleva a identificarnos y tomar mejores decisiones. Finalmente dejo una cita del mencionado autor Goethe que se relaciona directamente con el personaje principal de la historia, Fausto. “No basta saber, se debe también aplicar. No es suficiente querer, se debe también hacer”.
Fausto es una reelaboración de una leyenda de un mago medieval Faust. Goethe se inspira en un estudiante universitario que se ganó la vida con la enseñanza y conjuros y que se hizo famoso a medida que viajaba por varias ciudades, además de las misteriosas circunstancias, jamás conocidas de su muerte, que según la leyenda fue por vender su alma. Martin Lutero atribuyó a Faust poderes diabólicos y para muchos fue un charlatán, mientras que otros sostienen que gozó de la tutela del arzobispo. Durante el siglo XVI se convirtió en un personaje protagonista muy conocido de los cuentos populares, por lo que el pacto con el diablo entró en la mitología popular. Esta obra ocupa gran parte de la vida del autor y es reconocida como una de las obras maestras de la literatura alemana y universal.
Johann Wolfgang von Goethe fue un escritor, científico, filósofo y político alemán que nació en Frankfurt el 28 de agosto de 1749 y que falleció en Weimar el 22 de marzo de 1832. En su educación fue muy importante el rol de su padre, un consejero y abogado retirado, con 16 años se trasladó a Leipzig para estudiar en la universidad, donde escribió sus primeros poemas. Su encanto por el arte lo llevo a dibujar a lo largo de su vida, además también le interesaba diversos campos del saber, como la política, la biología y la historia. Posteriormente, en la Universidad de Estrasburgo conoció a Herder, quien lo introdujo a las obras de Shakespeare y a quien ayudó después a crear el Sturm und Drang, el movimiento romántico alemán. En 1775 comenzó a trabajar en la corte ducal de Carlos Augusto von Hardenberg en Weimar, donde se radico gran parte de su vida, dedicándose a una carrera política que abandona finalmente para dedicarse a viajar y a escribir. Dejando atrás su época romántica, en la que había escrito obras paradigmáticas como Los sufrimientos del joven Werther, y en la que había iniciado su obra maestra, Fausto, en la que siguió trabajando a lo largo de su vida, viajó por Italia y aprendía cada vez mas de la antigüedad clásica al igual que su interés, por lo que utilizaba el clasicismo también en su literatura. En Weimar había conocido a Friedrich Schiller, de quien fue un gran amigo, y quien lo animó a completar Fausto, que apareció finalmente publicado en 1808. Al final de su vida apareció su autobiografía, Poesía y verdad, en varias entregas entre 1811 y 1833.
*Imagen: http://fcom.us.es/blogs/vazquezmedel/files/2009/02/goethe.jpg
*Referencia bibliográfica: http://buscabiografias.com/cgi-bin/verbio.cgi?id=1094
En el cielo Dios y Mefistófeles hacen una apuesta, en la cual Dios permite al Diablo tentar a Fausto para probar la fuerza de su espíritu.
Fausto era un doctor que poseía un gran conocimiento pero deseaba aun más, conocer y descubrir respuestas a grandes misterios, por lo que se hizo estudiante de magia hermética, pero incluso estas investigaciones prohibidas no pudieron enseñarle todo lo que quería saber. Su desesperación acabo con llamar a espíritus infernales, es entonces cuando se presentó Mefistófeles, dios del mal y la negación, entre ellos establecieron un pacto firmado con sangre en el cual Mefistófeles serviría a Fausto en este mundo, en tanto el doctor al Diablo en el otro.
Al comienzo Fausto se alegra por los conocimientos que va adquiriendo y logra aprender todo lo que quería pero el espíritu del mal envenena su voluntad, lo vuelve un ser orgulloso y ambicioso. Mefistófeles esperaba ansioso la muerte de Fausto para ser eternamente el dueño de su alma, pero en un momento el erudito se percató de las consecuencias del pacto, unos ángeles engañan al Diablo y Fausto es liberado para ser llevado al cielo.
